La conciencia individual y la influencia del contexto. (Reseña bibliográfica)
Ps. Claudia Fernández. Gerente Marketing LIDECO
Hablar de ética en las organizaciones implica mucho más que mencionar códigos de conducta o cumplir con normas formales. En su obra "Ética empresarial y laboral: los fundamentos y su aplicación", el Dr. Omar França propone mirar la ética como un proceso vivo, que se construye todos los días y que está fuertemente influido tanto por las personas como por el contexto en el que toman decisiones.
Una de las ideas centrales del autor es clara: no puede haber una ética organizacional sólida si no existe previamente una conciencia ética individual. Por eso, las organizaciones tienen una responsabilidad clave: hacer explícito su marco ético de referencia y comunicarlo de forma clara y comprensible. Solo así las personas pueden decidir con libertad, sabiendo qué valores se esperan de ellas y cuáles no son negociables.
França explica que la conciencia ética se apoya en dos pilares. Por un lado, el componente motivacional: la disposición real de las personas a actuar de acuerdo con los valores que declaran asumir. Este aspecto puede fortalecerse cuando la organización explicita sus valores, promueve una cultura de integridad y es coherente al reconocer las conductas correctas y sancionar las indebidas. Por otro lado, está el componente cognitivo, que tiene que ver con la calidad de la información. No se puede decidir bien sin información suficiente, y mucho menos evaluar éticamente una conducta si las reglas, los valores o las consecuencias no están claramente comprendidos.
En este marco, el autor distingue distintos tipos de conciencia moral. Hay decisiones tomadas sabiendo que generan daño, otras genuinamente orientadas a hacer el bien, y también situaciones más frecuentes de lo que se suele admitir: aquellas en las que las personas quieren actuar correctamente, pero se equivocan porque no cuentan con información completa. En estos casos, el problema no está en la intención, sino en el contexto que condiciona la decisión.
Ese contexto cobra especial relevancia en la vida organizacional. Presiones, urgencias, incentivos mal diseñados u oportunidades poco transparentes pueden empujar a las personas a soluciones de compromiso entre lo ideal y lo posible. França reconoce que estas transacciones pueden existir, pero advierte que solo son éticamente aceptables si se asumen como provisorias, si no se renuncian a los principios y si se sigue buscando activamente una alternativa mejor.
Uno de los aportes más potentes del autor es la idea del “triángulo perverso” formado por presiones, oportunidades y justificaciones. Cuando una conducta indebida encuentra excusas que la legitiman —“siempre se hizo así”, “todos lo hacen”, “no fue para tanto”— se produce una banalización de las faltas éticas que termina deteriorando el clima organizacional y allanando el camino a la corrupción.
Para evitar ese deterioro, França propone trabajar de manera intencional sobre la cultura ética. Esto implica comunicar con claridad el marco ético, reflexionar periódicamente sobre las decisiones y sus consecuencias, hacer visibles los impactos negativos de los actos, identificar situaciones que facilitan conductas reprobables, reducir oportunidades para la corrupción, aplicar sanciones de forma consistente y ofrecer canales de denuncia que protejan a quienes quieren actuar correctamente.
El mensaje final es contundente: fortalecer el desempeño ético no es un acto aislado ni una declaración de principios, sino una práctica sostenida. Cuando una organización se toma la ética en serio, entra en una dinámica permanente de reflexión sobre el deber ser, más allá de lo habitual, de lo rentable a corto plazo o incluso de lo legalmente aceptable. En ese camino, la ética encuentra su verdadera fuerza en la convicciones de las personas, en una cultura colectiva que adhiere a un marco de referencia ético objetivo y explícito. Ordenar la justificación de las acciones en base a argumentos coherentes ajustados a valores, principios y normas, es la forma de neutralizar la arbitrariedad en la evaluación de la conducta moral.-
(Versión completa en Revista Institucional Edición 179, pág. 24)
Bibliografía de referencia: França, Omar (2011). Ética empresarial y laboral. Los fundamentos de su aplicación. Grupo Magro Editores.



